Las Posibilidades
de Moodle en una Escuela/colegio o Facultad/Carrera para Neófitos/Novatos Parte
2
Hace un tiempo, tuve la gran oportunidad de acceder a esta herramienta; pude
ser desde un alumno, luego tutor con permiso de edición, luego administrador y
finalmente pude implementar una plataforma desde cero para una ATE en la
universidad en donde estudié.
Me di cuenta de que
hay muchos usos que implican distintas acciones, metodologías estrategias que
son [y no son] consideradas al momento de hacer andar esta herramienta. Por
otra parte pude aprender tanto de los errores como de los aciertos propios y de
otros que pude vivir y observar. En este post haré mención a tres usos, a mi
juicio, negativos de la plataforma y luego una propuesta de cómo se han mejorado
dichos usos o cómo se podrían mejorar.
Estos son:
1.
Moodle como un repositorio
2.
Moodle con exceso de recursos multimedia
3.
Mito de que por tener una plataforma, los estudiantes y profesores saben
qué hacer por sí solos.
Este blog irá dando en tres entregas
para poder hacer preciso (y menos engorroso) el tema, y esta vez corresponde a
la segunda.
co-Krea https://www.flickr.com/photos/fundacionkarisma/13705662214
Moodle con exceso de recursos multimedia.
Acerca del contexto.
Cuando comenzó el uso de Moodle en
Chile, estuvo a cargo de ciertas universidades tradicionales las que utilizaban
plantillas simples; a poco andar hubo un buen resultado ya que la lógica del
“prototipo” fue sembrando experiencias y “saber cómo” de la actividad nueva. En
este sentido, surgieron muchos escritos que recopilaron y sistematizaron dichos
conocimientos, por ejemplo de la Universidad de Valparaíso, de la Universidad
de Concepción y otras que pueden encontrarse en internet desde el año 99 en
adelante. Lo bueno de sus aportes, es que a su vez fueron siendo corroborados
con otros aportes y papers de otras partes del mundo, en donde se pueden
apreciar puntos en común.
Hasta aquí todo bien, enfocado en
cómo administrar las aulas virtuales y qué recomendaciones hacer para darle al
estudiante elearning o b-learning el apoyo necesario para poder salir adelante.
En este tiempo, estaba de moda dos
tipos de recursos, la presentación con diapositivas y los archivos de texto; a
poco andar se incursionó en el video y finalmente los recursos interactivos
digitales.
En cuanto a las diapositivas han
existido un cúmulo de tutoriales que constantemente se están revisando. En
ellos se aborda desde los colores, el diseño gráfico, el orden de los
contenidos y la cantidad de ellas, los modos de transiciones, etc. Sin duda,
dependiendo de qué objetivo se plantea alguna unidad de aprendizaje, esta
herramienta puede ser de gran ayuda.
En cuanto a los archivos de texto, ha
habido grandes cambios en cómo se presentan los escritos; siempre permaneciendo
con la extensión .pdf, de los textos sin márgenes, sin sangrías, sin
subtítulos, con letra muy pequeña, sin índices, etc. Se ha ido avanzando hasta
llegar a documentos que tienen gran trabajo de forma de presentación,
estandarizadamente para todos los documentos de un mismo curso, que hacen de la
lectura un verdadero gusto, esto acompañado de contenidos bien desarrollados,
explicados, ejemplificados y autosuficientes. Por otra parte, estos trabajos
siempre han mantenido una rigurosa bibliografía en torno al modelo APA que
permite dar cuenta de dónde es que provienen sus ideas y el sello propio
construido.
En cuanto a los videos, siempre han
existido; existen de todo tipo, características y extensiones, la diferencia
central que existe ahora es que se realizan manteniendo un hilo conductor,
tanto en la estética, como en la estructura, forma y fondo. Este hilo conductor
es dado justamente por la unidad que permite un curso dado.
Hoy en día, los cursos MOOC son los
que llevan la vanguardia de este tipo de contenidos ya que han probado a gran
escala cuáles son los mejores ingredientes para presentar contenidos en
distintas culturas a través de esta herramienta.
Luego vendrían los recursos
interactivos, que poseen extensión .swf u otro similares a los que se
construyen en programas como “flash” que permiten mostrar contenidos con
imágenes y posibilidades de hacer click sobre ellos para ir avanzando en las
distintas opciones y posibilidades que puedan presentar.
Acerca
las posibilidades
Se
dice que una herramienta es mejor que otra, dependiendo del estilo, la
experiencia, el manejo de quién está en frente del proyecto y también de los
recursos económicos.
Por
mi parte, desde el punto de vista de la entrega de contenidos, creo que no hay
diferencias entre las distintas herramientas en cuanto al “logro de un objetivo
de aprendizaje que se desee alcanzar”, mientras esté bien trabajada y sea muy
pertinente al objetivo planteado.
La
diferencia las puede plantear la parte técnica y los estilos
de aprendizaje de quién aprende.
En
cuanto a los estilos de aprendizaje, tradicionalmente se han tratado tres: visual, kinestésico y
auditivo.
Acá
se presentan dos desafíos:
a)
Acomodar la entrega de contenidos
según los estilos de aprendizaje de los estudiantes
b)
Provocar una tendencia hacia la
competencia lectora
En
el primer punto, hay ciertos especializaciones de cursos elearning, como los
llamados MOOC, en donde hay un
énfasis en la exposición de contenidos a través del video. Ellos, sin duda son
una gran escuela para la realización de estos recursos; mi preferido por estos
días es coursera, y se pueden apuntar algunos ingredientes de la receta del uso
del video: cortos (de entre 2 a 10 minutos), acotados (explican un concepto con
un docente apoyados con pocas imágenes o textos para complementar solamente),
con subtítulos (en el idioma original y traducido, los que yo he visto, del o
hacia el inglés), el audio permite entender bien lo que habla el expositor.
Podríamos
decir que acá se trabaja el estilo visual-auditivo.
Otro
recurso clásico, son los textos. Debo reconocer que en mis días de pregrado era
pésimo escritor/lector y sólo al egresar de esta etapa tuve que mejorar
sustancialmente esta parte de mis competencias. Hoy son mi método preferido. Un
buen texto posee muchos espacios entre párrafos, sangrías, estructura interna,
títulos, subtítulos, etc. Hay muchos tutoriales al respecto. Además también
puede utilizar imágenes o diagramas de modo complementario o principal.
Esto
apuntaría principalmente a lo visual.
Por
último, estarían los recursos interactivos. En ellos podemos ubicar las
presentaciones con diapositivas, en donde el lector debe hacer click para
avanzar o retroceder en ellas. También están los recursos tipo “flash” que
pueden ser imágenes o diagramas en donde se realizan click (o simplemente
arrastrar el cursor) sobre ciertos lugares de la imagen/diagrama y se muestran contenidos,
burbujas de diálogos o accesos a audios, otras imágenes, etc.
Ahora
bien, por lo general, se espera de que exista un equilibrio entre estos tres
tipos de recursos; video, texto, interactividad. De pronto, el video y texto
puede darse para exponer los contenidos y lo interactivo puede darse para
realizar actividades participativas ya sea en foros, evaluaciones o documentos
wiki.
Otro
ingrediente negativo podría estar en la falta de formación formal en las “estrategias
de aprendizaje”. Es decir de plantearle al estudiante posibilidades de cómo
afrontar el estudio; esto sucede cuando no se toma en cuenta el tipo de
actividad que se debe realizar para abordar un contenido y su relación de
tiempo de estudio que conlleva. Como no
se hace este pronóstico aunque sea de modo aproximado, resulta que los
estudiantes van tazando tiempos más o menos propios (por lo general cercanos al
tiempo límite de entrega), sin considerar su una actividad es simple o compleja
y qué acciones deben realizar y distribuir para poder alcanzar a tiempo a
realizarlas.
Por
último, debemos tocar las posibilidades que plantea la misma plataforma Moodle de
trabajo, en ella podemos colocar actividades de diversa índole, tales como
links a páginas, informaciones, documentos, foros, agendas, evaluaciones, etc.
Y se pueden presentar con distintos formatos al entrar a un curso.
El
otro punto, de la competencia lectora, no deja de tener una dificultad
distinta; si pensamos en acomodar los contenidos al estilo de aprendizaje, por
ejemplo auditivo, diríamos “sería bueno tener audios o videos que expliquen los
contenidos”. Pero las evaluaciones no son auditivas, los libros no tienen
incorporado audios en la generalidad de ellos; el conocimiento no se mueve
mayoritariamente a través del recurso audio. Las pruebas estandarizadas no
consideran el audio en ellas.
Entonces,
orientar gradual e intencionadamente el trabajo hacia este punto es algo que
debe hacerse sistemática y pensadamente como parte de una estrategia mayor que
muchas veces se da por sentada o se deja a la deriva.
¿A qué nos referimos con exceso de recursos multimedia?
Podríamos
hablar de distintos tipos de exceso, por ejemplo: de actividades para realizar,
de evaluaciones, de contenidos, etc, pero aquí solo acotaremos a los recursos
multimedia.
Entendiendo
que puede haber más de los prescritos en los párrafos anteriores,
categorizaremos tres tipos de excesos de recursos multimedia.
a)
variedad:
a.
siempre se agradece cuando un video,
tiene su correlación en texto pdf; cuando un texto pdf tiene sangrías, espacios
y mantiene un estándar de extensión aproximado; cuando una slide puede explicar
algo en pocos cuadros con apoyo gráfico.
b.
Se agradece una cierta cantidad de
material complementario, por ejemplo, un link a las fuentes originales o a la
bibliografía.
c.
También es bueno tener algunas actividades
de la plataforma.
d.
Lo que se debe cuidar es que exista
un equilibrio acotado al objetivo de la clase, cuando hay una innumerable
cantidad de recursos para una sola clase, probablemente, desde el punto de vista
del estudiante, no se sepa discriminar cuál es el más importante y cuál no lo
es. Por ejemplo, una presentación, una infografía, un link, un video, un texto,
un recurso interactivo para una misma clase, quizás en vez de complementar,
haga una dispersión de la atención y un derroche de esfuerzo que implique
finalmente un desánimo en utilizar estos recursos para el estudio.
b)
extensión
a.
No se agradece cuando un video es muy
extenso y no tiene su transcripción escrita; cuando un texto no está en pdf, y
su distribución no considera aspectos de presentación; cuando se indica leer un
libro y finalmente para la actividad o evaluación requerida solo se necesita un
capítulo o hasta un par de páginas; y una presentación con diapositivas
interminable que se pudo haber explicado mejor en un texto pdf.
b.
¿Cómo saber si es suficiente la
extensión de un recurso?, Para ello debemos respondernos ¿qué es lo mínimo que
necesito para lograr mi objetivo de aprendizaje con este recurso o material? De
esta forma se puede delimitar hasta dónde llegar con la extensión, si aun así
se mantiene una demanda mayor, quizás sea necesario seccionar en entregas el
material requerido.
c)
pertinencia
a.
Muchas veces se piensa que para un
aprendizaje son necesarias muchas cosas, y es verdad. Sin embargo, los tiempos
y los recursos son finitos; por ello debemos fijarnos objetivos de aprendizaje,
luego actividades que se ajusten a ellos y finalmente contenidos y evaluaciones
que midan lo realmente tratado. Es importante delimitar muy bien los recursos
ya que en ocasiones se tratan temas interesantísimos para el área pero que no
conforman parte de los objetivos planteados, lo que finalmente redunda en un
bajo nivel de logro de aprendizaje deseado.
b.
Otro problema es que se trabajan
recursos que técnicamente no se utilizan bien dentro de la plataforma Moodle o
no se delimita el para qué de su uso, por ejemplo:
i. Hay muchos tipos de foro
ii. Hay muchas formas de presentar los contenidos en un
curso Moodle
iii. A veces no se tiene claridad de las instrucciones
iv. Otras veces no se sabe si la plataforma es un
complemento, es evaluada, es para comunicación, es para enviar tareas y
trabajos, en fin; no se sabe para qué se utiliza dentro de un curso dado.
v. Se colocan recursos digitales que no funcan de
buena manera en la plataforma.
Prototipado
Según
un aspecto del Design Thinking, el prototipado es una fuente de información
confiable, rápida y económica que da rápidas luces de qué está sucediendo con
aquello que se desea probar. Seguramente a medida que estamos pensando en todos
los puntos planteados en estos párrafos se nos ocurren millones de ideas,
recordamos otras varias situaciones y quizás tengamos otra lectura de los
mismos.
Lo
que se quiere subrayar en esta parte del prototipado, es que todas las ideas
pueden ser buenas, viables y adecuadas, pero es su funcionamiento en la
realidad la que dará el visto bueno final; además, no es algo que se construye para
una sola vez y que si no funciona simplemente se desecha, sino que es algo que
se construye y se va mejorando constantemente. Es algo que puede variar mucho o
poco (dependiendo de los objetivos y del trabajo consiente que se haya
realizado antes) y esos cambios para una mejora necesaria son proporcionales a
la atención que se ponga a las necesidades, sugerencias, limitaciones,
dificultades y requerimientos que vayan surgiendo durante su implementación.
Algunos
paradigmas de gestión de procesos que se da en ciertas administraciones, no dan
pie a fallas, errores o tal vez dan un rango muy breve de error y consideran
que las dificultades son muestra de una ineficacia o de un proceso muy mal estructurado.
Acá
debemos tener en cuenta algunos elementos:
a)
Preparación previa
a.
Todo puede ser perfectible, pero se
espera que una preparación previa sea necesaria para poder tener un éxito relativo;
tampoco se puede llegar en cero a probar una idea y simplemente “ver qué ocurre”.
Ya que podría provocar un resquemor, sensación de pérdida de tiempo, trabajo y
esfuerzo en la comunidad educativa (profesores/alumnos) y finalmente una mala
reputación del uso de la plataforma.
b)
Sentido del prototipo
a.
El prototipo es para probar un nuevo
recurso que se desea implementar, pero no por ello es algo “perfecto”; ahora
bien, un prototipo debe ser sencillo, barato y rápido para levantar información
de sus deficiencias que más tarde deberán ser abordadas antes de ampliar la
experiencia con otros. Si se plantea un prototipo “grande”, acabado y que
además deba producir resultados, ya no es un prototipo y por lo tanto no tiene
sentido dentro de un proceso de implementación e innovación.
c)
Sistematización del saber cómo
a.
Mucha información se levanta desde
las dificultades y de cómo se abordan; sistematizarlas, comunicarlas y tenerlas
en cuenta para una posible política, protocolo
o procedimiento son de gran valor agregado para la organización,
permitiendo que a medida que se vaya implementando la plataforma Moodle, los
participantes que se adhieran gradualmente puedan encontrar respuestas
pertinentes a sus propios procesos de inmersión en el uso de la misma.
d)
Intencionalidad
a.
El prototipado dentro del ciclo del
diseño es una etapa que tiene a su vez sus previas y posteriores etapas. Estas
no están en el aire, sino que son parte de una intencionalidad construida o en
constante construcción. Es primordial tener en cuenta este aspecto para que el
sentido del uso de la plataforma Moodle revitalice el aporte que pueda darle a
la actividad educativa y a la formación continua de docentes por un lado, y el
acceso al conocimiento de los estudiantes por otro.
Por ahora, hasta aquí esta primera entrega del post; espero tus comentarios, sugerencias o aportes ya que siempre son bienvenidos.
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